DIY: PANTALLA DE LÁMPARA PERSONALIZADA

Aunque, en general, sabéis que no suelo mostraros DIYs demasiado complicados, sí que es verdad que alguno de los últimos, como el espejo renovado de hace 15 días, son más laboriosos, no tanto en complicación, pero sí en tiempo. Por eso, hoy me apetecía volver a uno de los clásicos del blog, uno de esos #DIY3BR, ya sabéis, buenos, bonitos, baratos y resultones, que tanto me gusta enseñaros de cuando en cuando.

En el DIY de hoy vamos a personalizar una pantalla de lámpara convirtiéndola en un modelo único. Vais a ver que, con sólo unos pocos detalles, pasará de ser una pantalla blanca del montón, a un modelo lleno de encanto que nadie más tiene sobre su mesilla de noche ;)


Si para #DiarioDeco20 os enseñaba cómo renovar con cuerda una vieja pantalla de lámpara, el DIY de hoy está más pensado para una pantalla nueva, porque, a no ser que las posibles manchas o imperfecciones de la pantalla vieja estén muy localizadas, con esta propuesta no podréis taparlo todo, pero bueno... es una idea, quizá viendo esto, se os ocurra alguna otra cosa ;)

Como siempre, empezamos por los materiales y herramientas que vamos a necesitar:
una pantalla de lámpara (preferiblemente nueva), retales de telas, flecos o madroños (mejor en colores), friselina o entretela adhesiva, botones, tijeras de zig-zag, plancha pistola de silicona.


Y ahora, con todos los materiales listos sobre la mesa, seguimos con el paso a paso:


La idea es que, con los retales de las telas vamos a hacer tiras para confeccionar un adorno, pero antes de eso, tendremos que preparar la tela con la friselina - o entretela, no sé cómo la llamaréis vosotr@s :) -, para poder trabajar con ella. Por eso, en primer lugar, vamos a cortar unos trozos no muy grandes de las telas que hayamos decidido utilizar. Después, cortamos la friselina, al mismo tamaño que hayamos cortado las telas.


A continuación, con la ayuda de la plancha pegaremos la tela a la friselina. A la hora de hacerlo debéis tener en cuenta hay que colocar el lado rugoso de la friselina sobre el revés de la tela y planchar - siempre a la máxima potencia, pero sin vapor - durante unos segundos. Una vez que tenemos todos los trozos de tela con su friselina pegada por detrás, con las tijeras de zig-zag cortaremos tiras de tela de diferentes medidas.


Ahora, combinando varias tiras de tela hacemos una especie de flor o roseta, que iremos cosiendo con cuidado y remataremos con un botón. Una vez montada, la uniremos a la pantalla bien cosiéndola, bien pegándola con silicona. Por último, sólo nos queda rematar la parte inferior de la pantalla con un fleco de madroños que iremos pegando con la pistola de silicona, siempre teniendo cuidado de echar la cantidad justa de producto para que no sobresalga por los bordes.



Et voilà... así de fácil se personaliza una pantalla de lámpara que ha pasado de ser blanca y sin nada que contrastase con el pie de madera también en blanco, a ser un modelo único, perfecto para la futura habitación de mi niña - ahora que mandamos a su hermano a dormir él solo... bueno, con las naves de Star Wars ;)  - que, como la roseta, tengo pensado que vaya en tonos verdes y rosas. 

¿Qué os parece nuestro DIY de hoy? ¿Era un auténtico #DIY3BR, verdad?
Animaos a probar, ya veis qué fácil es darle vuestro toque personal a una pantalla ;)

**Con este post participo en el "Finde Frugal 122" de Marcela Cavaglieri**



**Y participo también en #InventandoElFinde de Inventando Baldosas Amarillas**


¡No os perdáis las ideas del resto de blogs participantes!

¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!  

VENTANALES INTERIORES: HÁGASE LA LUZ EN LAS COCINAS

Si hay una cosa de la que estoy segura 100% es que tod@s l@s que habitualmente seguís este blog tenéis muy clara en vuestra mente cuál sería vuestra casa ideal. Creo que tod@s l@s apasionad@s por la decoración la tenemos, ¿verdad? O si no una idea exacta, sí que sabemos exactamente qué elementos querríamos incluir... ¿que luego es imposible que todo eso vaya junto dentro de una casa? ¡Qué más nos da! ¡Imaginación al poder!

Sé que no soy nada original y que seguro que much@s de vosotr@s la tendréis en vuestra lista, pero hay una idea que, sin duda, está incluida en la mía: un ventanal interior para la cocina

¿Vamos con un poco de inspiración?


Fotos @ Pinterest.com

Y es que, a la hora de comunicar espacios, de multiplicar la luz y de dar más sensación de amplitud, las paredes acristaladas se están convirtiendo casi, casi en un "must". Apostar por un ventanal interior no es sólo una gran solución decorativa, sino que facilita la comunicación visual - y hasta verbal - con personas situadas al otro lado del cristal y, al mismo tiempo que la luz inunda ambos espacios, consigue una especie de efecto óptico que hace que prolonguemos nuestra mirada a lo largo de las dos estancias que divide.

Los espacios que se pueden unir por un ventanal interior son tantos como los que podamos imaginar: habitaciones principales con su cuarto de baño; cualquier habitación con su vestidor; despachos con salones, escaleras... y, con la que yo sueño y que es en la que nos vamos a centrar hoy, la cocina y el comedor.

En cuanto a las tendencias en materiales para el cerramiento, ahí sí que la variedad es menos. Lo habitual es decantarse por, una de dos, los cerramientos de madera - ya sean barnizados o lacados - o los de hierro, que proporcionan a las estancias un aire más industrial.







¿No os habéis enamorado de todos y cada uno de los ejemplos? Yo lo estoy. Si tengo claro que uno de estos ventanales interiores encabeza mi lista de imprescindibles en mi casa ideal, lo que soy incapaz de decidir es el estilo. Si un día estoy loca por los de estilo industrial, al siguiente me entra la vena rústica y quiero que sea de madera lacada en blanca, y al otro me pongo nórdica y lo quiero de madera negra, pero qué queréis que os diga... ¡bendita indecisión! Ojalá un día me toque la lotería y me vea obligada a decidirme por fin ;)

¿Y vosotr@s? ¿Qué cosas son un fijo en vuestra lista para una casa ideal?


¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!


FOTOMURALES STAR WARS:
DECORACIÓN DESDE UNA GALAXIA MUY, MUY LEJANA

Tranquil@s tod@s, que no cunda el pánico, ni me he vuelto una fan de la saga, ni tampoco el de hoy va a ser un post de cine. Esto sigue siendo un blog de decoración aunque hoy, al título de decoradora le tengo que sumar el de madre.

Os pongo en situación. Momento renovación de la habitación de un hijo. A un lado de las negociaciones la madre, o sea yo, que además de ser lo que soy, tengo una tienda de decoración. Al otro lado, el hijo que, además de tener 10 añazos ya, no sólo tiene ideas propias, sino que las tiene muy diferentes a las mías.

¿La solución? Llegó desde una galaxia muy, muy lejana en forma de agente comercial con nuevos catálogos de papel, entre los que se encontraba esta friki-joyita. Los fotomurales de Star Wars llegaron para solucionar el inminente conflicto madre-hijo ;)


Imágenes @ Komar & Saint Honoré

Creo que ya os había contado antes que tenía en mente montar/renovar la habitación de mi hijo mayor. En tiempos él tenía su propio cuarto de niño, y su hermana el suyo de bebé, pero tras nuestra última mudanza a una casa con dos plantas, me entró ese no sé qué que nos entra a los padres de "no les voy a oír", y como sus habitaciones estaban en distinta planta que la nuestra, terminé por buscar una solución intermedia y la que en el futuro será la habitación de invitados, junto a la del Sr. Padre y servidora,  se terminó por convertir en una habitación doble y mixta para mi niño y mi niña.

La idea en realidad, era haberle movido antes, pero resulta que, aunque no paran de discutir, mis dos fieras se llevan muy bien y cuando hace un año y pico le propuse al mayor bajarse ya a su propio cuarto, declinó amablemente la oferta. Pero claro, el tiempo pasa y a él, que como os decía arriba ya tiene 10 años, le apetece ya tener su propio espacio un poco alejado de la "loca" de su hermana. Así que el Sr. Padre y yo hemos empezado a dedicar los domingos a preparar "el cuarto nuevo", y mientras vamos con ello, yo aprovecho para ir negociando la decoración con el ya-no-tan-niño.

De entre todo lo que había que decidir, lo que sí teníamos claro desde el principio es que a todos nos gustaba la idea de que una de las paredes del dormitorio fuera empapelada - sí, he conseguido que en mi casa todo el mundo adore el papel pintado ;) - y también teníamos casi decidido que ese papel iba a ir en la pared en la que vamos a colocar la cama. Hasta ahí todo bien, el lío llegó después, cuando el crío vino a la tienda a ver los papeles y yo le enseñé mi selección. Os la podéis imaginar: motivos geométricos, colores neutros... lo que a mí me apetecía tenía todo un rollo un poco nórdico, pero mi hijo tenía otra idea y pidió directamente ver "los de dibujos". Creo que, antes de lo que yo le enseñaba, prefería incluso los de Disney, pero después de echar un vistazo a los catálogos de papeles para adolescentes lo tuvo claro: si había que elegir se quedaba con uno tipo cómic con los superhéroes de la Marvel.

Os iba a decir que lo imaginarais, pero no hace falta porque el que había elegido es éste que os enseño aquí debajo. No es que a mí el papel no me gustara, que la verdad es que me gusta, pero en ese momento yo sólo podía ver una cosa: colores muy llamativos difíciles de combinar si lo que buscas es crear un espacio medianamente tranquilo donde además de dormir, se va a jugar y, por supuesto, también se va a estudiar. Le comenté mis objeciones, pero me dio igual, el veredicto estaba claro: si tenía que elegir entre lo que había en la tienda, esa era la única opción para él.


Y justo aquí es donde llegó el agente comercial con la solución. Escondido entre todos los catálogos nuevos e irresistibles que traía para enseñarme, había un catálogo con fotomurales de Star Wars. De verdad os digo que creo que los ojos se me iluminaron más a mí en ese momento que después a mi hijo cuando se los enseñé: ¡estaba salvada!

¿Os acordáis que el día del Set de Baño DIY con piezas de Lego para #DiarioDeco21 os decía que casi todas eran de tonos grisáceos porque procedían de naves de Star Wars? Pues es que resulta que mi pre-adolescente favorito es un serio fan de la saga, con lo cual la temática estaba resuelta. Ahora sólo nos quedaba resolver el tema del estilo decorativo ;)

Sí, porque, una cosa es la imagen de los droides, con C-3PO y R2-D2  y su nuevo amigo BB-8, o la de la recolectora de chatarra Rey, y otra cosa es tener detrás a Kylo Ren en pleno ataque, o un ejército de Stormtroopers capitaneados por Darth Vader mirándote desde la pared...






Afortunadamente para mí, el catálogo es bastante variado y, aunque predominan los murales con foto pura y dura - ya, ya... ¿qué quiero si son fotomurales? -, en mi opinión esos son perfectos para habitaciones de chic@s un poco mayores, o incluso en salones o despachos de adultos fans de la saga, pero, será cosa del carné de madre,  los encuentro un pelín tétricos para un niño de 10 años. Y ahí estaba, temblando por si mi friki particular decía que quería uno de esos, cuando me encontré con una grata sorpresa al descubrir que el catálogo también incluye un mural que representa los dibujos y planos de las naves de Star Wars, y lo tuve claro: ese iba a ser su preferido... ¡y también el mío!


Como sospechaba, cuando por la tarde al salir del cole le dije que podía elegir el mural de la peli que él quisiera, enseguida eligió el modelo "Photomural Blueprints". Seguro que dentro de cinco años no puedo decir lo mismo, pero de momento... todavía le tengo pillado en esto de los gustos, jaja. Así que... todos contentos. Él tiene su papel de Star Wars y yo tengo una paleta cromática discreta que me permite hacer lo que me dé la gana en la habitación y, con aquello de "tú ya has elegido el papel que te ha gustado a ti", voy a tirar yo muchas millas, ya os contaré ;)

Y lo mejor de todo, es que además de los de Star Wars, esta firma nos ofrece otro montón de personajes - como todos los de la Marvel o los infantiles de Disney, desde Winnie de Phooh hasta Frozen, pasando por Cars, las princesas o Campanilla -, pero también licencias como National Geographic para amantes de la naturaleza, u otras como la de Melli Mello que, como os contaba cuando os hablaba de los felpudos, es una de mis favoritas, así que...¡tenemos nuevo fichaje en López García!


Ya sabéis, si os apetece darle un aire diferente a una pared... estaré encantada de mostrároslos todos
 para que podáis elegir ;)

¡¡FELIZ SEMANA!!

DIY-RECETA: BERENJENAS RELLENAS DE CUSCÚS

Si el viernes pasado tocaba DIY con la renovación de un espejo, esta semana toca receta y nuestra "sección cocinillas" vuelve a ponerse internacional de la mano de Raquel.

Galletitas de Navidad alemanas,  tortitas americanas de arándanos... no es que no nos tenga acostumbrad@s a los sabores del mundo, pero hoy nos sorprende con un viaje al sur y un delicioso plato marroquí: berenjenas con cuscús.

EXOCET CHAIR: COMODIDAD MÁXIMA

Siempre os digo que Pinterest es para mí un caladero de inspiración, y más aún cuando estoy a la caza - o más bien pesca ;) - y captura de piezas de diseño, pero la verdad verdadera es que en el mundo del diseño, Pinterest es sólo el punto de partida. Ves una pieza, pinchas sobre la imagen, y de ahí vas a la web de dónde salió y, con suerte, en unos pocos clics estás en la web del diseñador o el estudio responsable de esa chulada.

Así fue como llegué hasta la página de Designarium, el estudio responsable de la Exocet Chair, una silla que el usuario puede ir transformando para maximizar su comodidad en cada ocasión.


Diseño & Fotos @ Stéphane Leathead - Designarium
Fuente @ DesignTaxi.com


La pieza fue la ganadora del Gold Winner A'Design Award & Competition 2015, y si os digo que otra de las candidatas a este premio, aunque otro año, fue la alacena con forma de casa de nombre "Baan" que os enseñaba en febrero, os hacéis idea del nivel de la competición.

Con una imagen estéticamente bella e impactante, la Exocet Chair está pensada para conseguir que quien se siente sobre ella obtenga el máximo confort en cada ocasión. Su ergonomía, cuidadosamente diseñada, se basa en una serie de listones idénticos se ensamblan en un cilindro giratorio, lo que permite cambiar su forma según las necesidades de cada ocasión. Los usuarios pueden optar por sentarse en posición vertical, o tumbarse sobre la espalda manteniendo sus rodillas correctamente apoyadas, o hasta descansar boca abajo, sin cargar el cuello y los hombros. Es más, con la silla completamente abierta, puede ser utilizada incluso por dos personas.






Disponible en varios tipos y tonos de madera, sus creadores la definen como "un nuevo tipo de silla para todo tipo de momentos". Pero, si su versatilidad sorprende, a mí me sorprendió aún más saber que, ahí donde la veis, la Exocet Chair es la primera pieza de mobiliario diseñada por Stéphane Leathead al frente de Designarium, un estudio que entiende el diseño en toda amplitud, desde el mobiliario hasta diseño gráfico. ¿Nadie diría que son novatos, verdad?

¿Qué os parece? ¿Sumarías una pieza de este estilo a la decoración de vuestra casa?

¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!

FLORISTERÍA POPPY... NOS VAMOS DE "SHOPTOUR"

Ya sabéis que un lunes sí uno no, nos vamos de hometour a descubrir pisos o casas que  por uno u otro motivo me han llamado la atención. Un estilo diferente - como la granja  australiana llena de piezas vintage que visitábamos hace poco -; el aprovechamiento del espacio - como aquel apartamento de 45 m2 que sólo era un proyecto 3D -; un proyecto que aúne tradición y modernidad - como la renovación de un apartamento en Barcelona de los arquitectos Anna y Eugeni Bach -; cualquier detalle que capte mi atención en un espacio sirve de excusa para dedicarle un post.

Por eso, hoy os invito a visitar un taller-floristería en Toulouse, en Francia, lleno, no sólo de flores, sino también de una serie de objetos preciosos que lo convierten en un espacio diferente. Hoy, nuestro hometour es un shoptour... pasen y vean.



La artífice de este espacio parecía estar predestinada a un trabajo en el que las  flores fueran las protagonistas: se llama Sophie Amapola. Un nombre "diferente" para  una artista cuyo estilo también lo es, diferente y personal. Porque si algo tienen en  común su local y su trabajo con las flores es que Sophie marca la diferencia. Un  florista que aunque dedicada principalmente a las bodas, lleva su estilo más allá del  ramo de la novia o el centro del coche... las mesas, la ambientación de las ceremonias  y los banquetes, e incluso la de la habitación donde los novios pasarán su primera noche de casados, todo pasa por sus manos. 

Alejada de los convencionalismos, Sophie tiene una forma muy personal de entender la  naturaleza y el entorno que le rodea. No sólo las flores, también las plantas olvidadas por otros floristas, cortezas, ramas, antigüedades,... todo forma parte de su universo, y ese universo se refleja en su estudio, un espacio de trabajo lleno de rincones únicos



               
Poppy, que así se llama esta floristería, es un espacio tan personal y que se parece tan poco a las floristerías que yo frecuento, que cuesta imaginar que se dediquen a lo mismo. Aquí, un simple vistazo a las imágenes nos ofrecen una idea bastante clara de la persona que allí trabaja y de sus creaciones, ambas comparten un punto de frescura y naturalidad que atrapan al primer vistazo.

Su madre, que es propietaria de una tienda de decoración, fue quien le inculcó a Sophie el gusto por los mercados de pulgas en los que acostumbra a perderse para volver cargada de tesoros que, cuando no acaban en su casa, terminan en su taller, donde pasa la mayor parte del día. Allí, las decoraciones que emplea en sus eventos, se mezclan con las tarjetas para todo tipo de ocasiones que se exponen en un antiguo torniquete, pero también con jarrones de cristal, cajas de madera, farolillos de papel que cuelgan en las ventanas y, junto a todo ello, sus colecciones personales como una de atrapasueños hechos con tapetes de la abuela - ¿os acordáis del que hicimos aquí en el blog? -, otra de relojes antiguos, otra de terrarios y, mi preferida, por su singularidad, su colección de manos-floreros. Objetos típicos de floristería se mezclan con otros singulares y, lo mejor, todos ellos conviven en perfecta armonía, ¿sorprendente, verdad?












Trabajar en un sitio así tiene que ser fantástico, ¿no creéis? Mires donde mires, a tu alrededor siempre encuentras algo bonito e inspirador, no es de extrañar que las creaciones de Sophie también lo sean. No dejéis de pasaros por su web, allí además de ver sus fantásticos trabajos, también podréis ver otros apartados, como los dedicados a la inspiración y hasta el DIY. Estilo ecléctico para una web que, como el local que hemos visitado en nuestro shoptour, se define perfectamente con su lema: "Poppy Figue Flower: curiosidades vegetales... y malas semillas" ;)

Es más, si tenéis la posibilidad, Sophie también imparte cursos... una pena lo del idioma, porque a mí Toulouse no me pilla tan lejos... Quién sabe... igual algún día me escapo aunque sólo sea para visitar este maravilloso taller-floristería.

¿Y vosotr@s? ¿Os vendríais conmigo?

¡¡FELIZ SEMANA!!

DIY: ANTES & DESPUÉS DE UN ESPEJO RENOVADO

Pasa la Semana Santa y, aunque haya sido tan pronto como este año, parece que las firmas se han puesto de acuerdo para arrancar la temporada, porque en estos días las visitas de agentes comerciales de todo el país se han sucedido en la tienda para presentarnos las novedades de sus catálogos para el verano.

INSPIRACIÓN: RODAJAS DE MADERA

No soy obsesiva, de verdad que no, pero lo que sí que soy es una "chica de ideas fijas", y cuando algo se me mete en la cabeza no lo olvido fácilmente... Llevo más de un año dando la paliza a todo el que me conoce para conseguir algún tronco de madera con el que poder trabajar o, al menos, una rodaja de madera que llevarme a mis manitas DIY... pero nada, alguno que yo me sé ha hecho oídos sordos a mis súplicas hasta que, la semana pasada, mi amiga Carmen - sí, sí, la que me enseña recetas tan ricas como la de los montaditos calientes para que las comparta con vosotr@s aquí en el blog - se presentó en la tienda con una rodaja de madera que había conseguido para mí, ¡y nada menos que de castaño!

J-LINE COLECCIONES 2016: SOÑANDO CON EL PARAÍSO

Entre las vacaciones, la fiesta de #DiarioDeco, unas cosas y otras, hace ya unas semanas que no os presentaba ninguna novedad de la tienda, pero a esta le tenía muchas ganas, así que, aunque aún no lo tengamos todo todo por aquí, no puedo esperar más para presentaros lo último de J-Line.

La variedad de accesorios deco de esta firma belga es tan amplia que, ahora mismo tienen ni más ni menos que 18 colecciones disponibles. De entre todas ellas en López García hemos apostado por las cuatro que mejor se adaptan a nuestro propio estilo y el de nuestros clientes. "Boules de Fleur", "Cactus Fever", "The Bohemian Life" y "Love Nature" son los nombres de estas cuatro colecciones que, como en un sueño, nos trasladan a auténticos paraísos decorativos. 


Fotos @ J-Line.be

Esos paraísos van desde las celebraciones de jardín a las que nos invita "Boules de Fleur", hasta esa naturaleza decadente alrededor de un estanque que propone "Love Nature", pasando por el espíritu bohemio y libre de atardeceres de verano en la playa de "The Bohemian Life" y, por último, menos romántica que las anteriores, pero no por ello menos evocadora, con la colección "Cactus Fever" viajamos desde los desiertos americanos hasta su opuesto, Escandinavia, con esos cactus presentes en todas las ventanas de todas las casas de estilo nórdico...



Huele a primavera el ambiente y eso es sinónimo de vida en la calle. De jardines abiertos que se llenan de familia, de amigos, de fiestas, de comidas con sobremesas que se alargan hasta convertirse en cenas... Para enmarcarlo todo, J-Line nos propone "Boules de Fleurs", una colección con una vajilla azul como el cielo, plaids para abrigarnos a última hora de la tarde, adornados con pequeños pompones que hacen juego con los grandes pompones de fieltro pensados para adornar y dar aún más color al jardín, y también linternas chinas para alumbrar la noche que, en ese ambiente, seguro que se nos echa encima.


No nos vamos muy lejos del jardín abierto de la colección anterior, pero sí nos ponemos un poco más a la sombra con las piezas de "Love Nature". Una explosión de verdes en cerámicas que, a pesar de esas grietas tan del gusto shabby chic, le añaden a los interiores un toque de vida, un contraste perfecto con el mobiliario en tonos blancos y naturales. Piezas que nos trasladan más allá del jardín, a frescos estanques escondidos entre árboles, cuyo punto decadente, proporciona una paz que invita al descanso y a la tranquilidad, a refugiarse allí y olvidarse del ruido.


"The Bohemian Life" nos traslada directamente al atardecer, a ese momento en el que el sol se esconde más allá del mar. Ya conocéis mi debilidad por el estilo boho-chic, si además lo trasladamos a la playa, con parasoles de lino con mosquiteras, farolillos de estilo marroquí, linternas y candelabros de mimbre, y le añadimos cojines, muchos cojines, cojines por todas partes, y lo teñimos todo de tonos rojos y anaranjados... una copa de buen vino en la mano y, yo ya no podría pedir nada más.


Las líneas puras de un paisaje desértico en el que, lo único que rompe la monocromía de la tierra son los cactus, son la inspiración para "Cactus Fever", una colección en la que la seña de identidad es la simplicidad. Tres colores: verde, blanco y madera grisácea, para muebles auxiliares y piezas de decoración en las que el verde de los cáctus resalta y contrasta sobremanera en el interior de macetas y jarrones blancos que - a modo de pequeños invernaderos - se cubren con campanas de cristal. El paisaje del desierto se reinterpreta a través del estilo escandinavo, y alcanza su máximo esplendor sobre fondos claros y depurados.


Ya lo veis, unos simples accesorios decorativos pueden trasladarnos mucho más allá del lugar donde hayamos decidido colocarlos, nosotr@s sólo tenemos que dejarnos envolver por el ambiente.

¿Y vosotr@s? ¿A cuál de estos paraísos decorativos viajarías?

¡¡FELIZ SEMANA!!


DIY-RECETA: MAGDALENAS SALADAS

           trampantojo
           De trampa ante ojo.
           1. m. coloq. Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es.

Así define el diccionario de la R.A.E el trampantojo, y si lo trasladamos del diccionario a la cocina, podríamos decir que el trampantojo es un engaño visual al comensal, que ve una cosa en su plato, pero cuando la prueba, descubre que es otra muy diferente.

La receta de este viernes es uno de estos trampantojos - eso sí, aviso a navegantes... no os esperéis la maestría de Diego Guerrero y las maravillas que, seguro, se pueden probar en su DSTAgE ;) - lo mío son sólo unas magdalenas saladas que, al morderlas, tienen ¡sorpresa! No todo va a ser dulce, ¿no?


Fotos & Elaboración @ Deco López García

Pero, no asustarse, que aunque lo del trampantojo culinario quede muy chic, la elaboración de hoy sigue la tónica habitual: una receta sencilla con ingredientes que hay en cualquier casa, aunque esta vez con el aliciente de que nos ayudará a sorprender a nuestros comensales ;)

Los ingredientes para 6 unidades son:


- 6 rebanadas de pan de molde (yo lo he utilizado sin corteza, pero vale también con)
- 6 huevos de gallina (dependiendo del tamaño del molde,  también se pueden emplear de codorniz)
- 6 lonchas de beicon o panceta
- mantequilla
- queso rallado (podéis utilizarlo del tipo que más os guste)
- sal
- pimienta

Vais a ver que, además de tener ingredientes sencillos, la preparación también lo es, fácil y rápida. Por eso, una vez que tengamos preparados los ingredientes y antes de ponernos a trabajar con ellos, podemos ir precalentando el horno a 180º porque enseguida lo vamos a necesitar ;)

Los pasos a seguir para preparar nuestras magdalenas saladas son:


Lo primero de todo es aplastar el pan de molde hasta dejarlo muy fino, para ello nos ayudaremos de un rodillo de repostería (ya sabéis que si no tenéis, una botella de vino vacía también sirve), pero eso sí, debemos hacerlo con cuidado para que no se rompa. A continuación, con un cuchillo cortaremos por la mitad las rebanadas de pan ya estiradas, haciendo como dos rectángulos alargados de cada rebanada y, de momento, los reservamos.


Para el siguiente paso, cogemos los moldes y los vamos untando un poco con mantequilla extendiéndola bien. Yo he utilizado un molde de seis magdalenas, pero servirían moldes individuales de cupcakes, moldes de flanes... lo que tengáis por casa. Aunque es inevitable que de un pelín de sabor, la mantequilla en este caso, más que como un ingrediente en sí, la utilizamos para que las magdalenas no se peguen y así, cuando vayamos a desmoldar, no se nos rompan.


Una vez ya tenemos untados los moldes, vamos colocando las tiras de pan que habíamos reservado en forma de cruz y, con los dedos, vamos dándole forma, adaptándolas al molde, y retirando los sobrantes para que, efectivamente, después parezca la base de una magdalena.


A continuación, sobre el pan repetimos la misma operación, pero esta vez con las lonchas de beicon que también colocaremos en forma de cruz, recortando los sobrantes. Dependerá de lo grandes que sean las lonchas pero lo normal es que con una loncha cortada por el medio os de para hacer la cruz de una magdalena.


El siguiente paso es colocar un poco de queso rallado en cada hueco, eso sí, con cuidado de no llenarlas en exceso. El queso se fundirá y ocupará menos, pero necesitamos espacio para el resto, así que lo recomendable es rellenarlas como hasta la mitad del hueco formado por el pan y el beicon, más o menos.


De la preparación sólo nos queda poner un huevo en cada molde sobre el queso y salpimentar al gusto. En mi caso, yo les puse sal a todos, pero pimienta sólo a la mitad, para que los niños también lo probaran y como, de momento, la pimienta no es su fuerte... pues eso ;)


Finalmente, cuando los tenemos todos listos, los metemos al horno a 180º - es decir, que no movemos la temperatura a la que lo habíamos precalentado - y lo dejamos durante unos 15 minutos más o menos, o hasta que veamos que la clara del huevo ya está cuajada. Entonces, sacamos del horno y desmoldamos.


Y ya está, servimos y tenemos nuestras magdalenas saladas listas. En mi caso, mi horno es bastante potente y yo creo que me pasé un pelín. Como podéis ver en las fotos, aunque no del todo, la yema también se coció bastante, y yo creo que si la hubiera dejado un poco más líquida, - al estilo de los huevos pasados por agua o los huevos benedit - el resultado sería aún mejor. Otro día pruebo y os cuento si he mejorado la receta ;) Pero hasta con la yema así de cocida, y aunque yo no sea muy objetiva, os puedo asegurar que el sabor es... ¡buenísimo!  

Para que os hagáis una idea, yo estoy a dieta súper estricta y portándome bien, bien, pero en esta ocasión no me pude resistir... aquí y ahora confieso que me comí una magdalena y la verdad es que me supo a gloria, jajaja, pero de verdad os digo que no fue sólo por el hambre que paso ;)

Ya veis lo fácil y rápido que es preparar este trampantojo de magdalenas.
¿Una idea? Podéis servirlas como aperitivo o como cena. 
¿Os animáis a probarlas?


¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!