Colores fuertes y con personalidad.

Fueron muchas demandas de este matrimonio. La joven pareja quería un lugar para mascotas, un perro pastor australiano y dos gatos. También necesitaban un rincón donde poder ensayar, ya que él es un músico y ella le acompaña en la voz. Sin mencionar que el primer niño llegará pronto. En otras palabras: todo conspiraba a favor de una casa. Buscaron durante un año y medio, y cuando se toparon con esta propiedad de 220 m², vieron que estaba en buenas condiciones. Pero, por haber albergado a una empresa, no tenía una nada de personalidad. La reforma prevista, llevó siete meses de trabajo. Llamativos colores, piezas antiguas mezcladas con nuevas y un montón de detalles con encanto, dió como resultado un entorno agradable, dentro y fuera. "Los fines de semana, todo la vida pasa en el patio, desde el desayuno hasta la cena con amigos".
 










fotos: Casa abril.com.br 

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